domingo, 30 de marzo de 2008

Tráfico, capitalismo e individuo

Mucho se ha escrito sobre la relación entre el nacimiento del capitalismo moderno y la ética protestante (Weber, Troeltsch, Collinson, etc.) pero poco se ha dicho sobre la mútua influencia entre el resultado de esa comunión en el desarrollo de sistemas de traducción e interfaz.

En este sentido, el historiador José Antonio Maravall apuntó posible caminos a recorrer. Según él, la noción de "tráfico" dará un puesto central en el sistema social de inspiración burguesa, a la idea de contrato… en lo moral, en la política, en el derecho, en la economía… ya que representa "la característica más común de la especie humana". Según Adam Smith, "la disposición permutativa que provoca la propensión de negociar, cambiar o permutar una cosa por otra es la relación básica de la sociedad". Así, en el siglo XVIII nacerán términos como "tráfico en las vías de comunicación", "tráfico de mercancias", "tráfico de ideas".

L. Goldman ha señalado que, en esta tendencia a considerarlo todo en términos de "tráfico", yace la raiz del individualismo, de la noción de igualdad en la partes, de libertad en el mutuo trato de las mismas, de la propiedad, de la universalidad de las reglas, de la tolerancia. Hoy sabemos que en ella también radica la idea de imposición por la estandarización.

Cfr, José Antonio Maravall, Estudios de la historia del pensamiento español (siglo XVIII-XIX), Mondadori, Madrid, 1991, pp. 253-254

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